Pasaje de Testimonio
Las carreras de posta (o relevos) de 4 x 100 y 4 x 400 son las únicas pruebas por equipo que se disputan en el atletismo. Gracias a eso, llevan una connotación especial y resultan sumamente atractivas para el público. Para el entrenador, en cambio, representan un desafío clave: preparar a los atletas en lo técnico y resolver el rompecabezas táctico de acomodar a cada corredor. Como es lógico de pensar, una buena posta registrará un tiempo menor al de la suma de los cuatro corredores, por el simple hecho de que sólo el primero parte de velocidad cero.
En este caso veremos algunas variantes que podemos tener en cuenta a la hora de determinar el ordenamiento de nuestro corredores en una posta de 4 x 100. Esta claro que la posta ideal sería aquella donde todos nuestros corredores tengan una excelente partida, una técnica de pasaje perfecta, una voluntad de acero, talla idónea y demás, pero la realidad marca que situaciones tan exclusivas son poco comunes.
Factores propuestos
El corredor más veloz:
Quizá el más determinante de los factores, puede verse perjudicado si no es bien aprovechado. Muchos entrenadores suelen colocarlo como último corredor casi por regla universal. A continuación notaremos que hace falta un estudio más completo de las variables en juego.
La capacidad de partida:
La capacidad para la salida de alguno de los cuatro corredores es necesario aprovecharla. Quedará a criterio del entrenador el hecho de ceder parte de la salida para levantar más arriba o arremeter desde el comienzo tratando de ir en punta toda la carrera.
El grado de desarrollo técnico para el pasaje
Los corredores situados en las posiciones 1 y 4 efectúan solamente un fase del pasaje. El primero entrega mientras que el último tiene como única responsabilidad la recepción. Es por esta causa que los corredores con menor doinio de la técnica pueden ir ubicados en estas posiciones.
Nivel psico-temperamental para la lucha
Existen ocasiones en las cuales dos o más equipos efectúan el último relevo de manera simultánea y con corredores muy parejos. Son esas carreras en las cuales puede pasar cualquier cosa. Teniendo en cuenta esta situación es conveniente ubicar a los atletas con mayor capacidad de lucha en el último lugar.
La talla
Generalmente los corredores más bajos son más aptos para correr la curva que los corredores altos. Por este motivo, si existe un equipo parejo en cuanto a la velocidad se refiere, se coloca en la curva a los hombres bajos mientras van por las rectas los más altos.
La capacidad como corredor
Los corredores 1 y 4 corren en la posta aproximadamente unos 110 metros, mientras que los situados en los puestos intermedios 120 metros. Por ellos conviene ubicar en los puestos intermedios a hombres con mejores registros en distancias más largas, como los 200 metros, dado que la pérdida de velocidad en ellos será inferior a la de sus compañeros.
La concentración
Corredores con mente dispersa pueden traer problemas tales como pasajes fuera de zona, caídas del testimonio etc. Es importante que los deportistas sepan concentrarse, en especial el largador, para afrontar situaciones de mucha presión.
Por último, es importante entender que todas estas variables deben ser entendidas en su conjunto y que existe una sola y única manera de ordenar a los corredores. Todo dependerá, en primera instancia, de la materia primera disponible. Luego entrarán en juego los distintos valores de entrenabilidad: es mucho más mejorable la capacidad de pasaje de testimonio que la capacidad de reacción a la hora de la partida. Y recién de cumplidos estos pasos, llegará el momento en el que el entrenador ponga en la balanza cuales son los puntos más importantes a tener en cuenta.
Si se toman el trabajo de tomar datos de algunos corredores y entregárselos a diez entrenadores, posiblemente reciban a cambio unas cuatro postas distintas. Cada uno aplicará su criterio en base a su experiencia y a su concepción de la prueba. Algunos entrenadores buscarán ganar de entrada, otros preferirán aguantar y arremeter al final, otros tendrán como prioridad minimizar el tiempo perdido por el peor corredor mientras que otros buscarán, como primer objetivo, maximinar las condiciones del más rápido.
Sea cual fuera el resultado, lo importante es saber que el ordenamiento no es azaroso, y que debe al menos guiarse por serie de criterios que en muchas ocasiones, bien empleados, pueden hacer que cuatro corredores mas lentos terminen ganando una prueba sobre cuatro corredores más rápidos.